La crisis no es económica
Manuel Guzman Hennessey
guzmanhennessey@yahoo.com.ar
Que me perdonen los entendidos, pero la crisis financiera no es un hecho aislado. Que compete a unos bancos o a unas "torcidas" hipotecarias y nada más. Que me perdonen otra vez, pero tengo para mí que las verdaderas raíces hay que buscarlas río arriba. Pues no es un problema exclusivo de la economía, que deben atender los economistas y nadie más, sino tan sólo el iceberg de una crisis en el modelo mental de un mundo que adoptó un estilo de desarrollo y un modo de progreso que amenaza con estallar en mil pedazos. Algunos señalan el colapso en el corazón del capitalismo salvaje. Pero capitalismo salvaje es hoy un monstruo de siete cabezas, compuesto de inequidad, exclusión, consumismo, globalización, libre acumulación de capitales, libre uso de la naturaleza y, la más caliente de todas, cambio climático global. Constructo ideológico tan huero como el desarrollo sostenible.
La crisis no es económica, ni del sistema financiero, sino del sistema global de la cultura. Que se articula en las instituciones para que interactúen de manera armónica los seres humanos. Pero las instituciones son también una abstracción de la cultura, que inventamos para sentirnos más seguros en un mundo azaroso. Para reducir la incertidumbre, dijo Douglas North, un economista caótico que ganó el Premio Nobel en 1993, y que alertó a la humanidad sobre lo que podría suceder si esas instituciones no aprendían a evolucionar de una manera flexible. Si no adquirían, en sus palabras, una capacidad adaptativa, que les permitiera acomodarse al ritmo cambiante de la cultura, para garantizar un buen desempeño económico de largo plazo.
La crisis que hoy se anuncia parece comprobar que aquello que anticipó North ha sucedido: las instituciones del capitalismo intentaron su eficacia desde la rigidez de unos patrones distributivos que resultaron ineficaces para conseguir el progreso. No se redujo la incertidumbre, sino que se aumentó. Y los organismos financieros internacionales alentaron este estilo de instituciones para medir el progreso de los países con un rasero global, sin consideración de sus matices.
North invitaba a los economistas a correr riesgos, sobre el reconocimiento de que su ciencia debía actuar sobre realidades inciertas, veleidosas, movedizas. Pocos le hicieron caso.
Dije que el cambio climático era otra de las manifestaciones de una misma crisis. Así lo creo, otra pata de ese monstruo que engendró la cultura del siglo XX, y que nos indica que este tampoco es un problema exclusivamente ambiental, sino cultural. Y que lo que está en duda, en últimas, es el modelo de crecimiento que la humanidad escogió para progresar.
viernes, octubre 10, 2008
La Crisis no es Económica
Etiquetas: Perspectiva sobre la actual crisis económica mundial
Publicadas por joplin27 a la/s 3:40 p. m.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario